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CICLO DE REFRIGERACIÓN 1
Esta semana se ha conocido la esperanzadora noticia de la inminente distribución de vacunas contra el COVID-19. Para hacerla llegar a todos los ciudadanos será preciso que los gobiernos establezcan canales de distribución y depósito temporal. Entre las dificultades logísticas está que deben almacenarse a 75 grados bajo cero (ultracongelación); temperatura muy exigente que obligará a implementar cámaras frigoríficas y equipos de refrigeración potentes y sofisticados.
La tecnología que permite refrigerar un espacio en un edificio o una cámara frigorífica es uno de los mayores logros de la ciencia y la ingenieria, y de la humanidad. Evita que los alimentos se deterioren con rapidez; asegura que puedan ser almacenados durante prolongados periodos de tiempo antes de su consumo; permite que sean transportados de un punto a otro del planeta; ha dotado de bienestar, salud y comodidad hogares, colegios, edificios públicos y puestos de trabajo…
La idea inicial, subyacente a todo proceso de refrigeración, es introducir en el interior del local o cámara una superficie a baja temperatura, que absorba el calor del interior, manteniendo su temperatura siempre constante. Para mantener la temperatura de esta superficie siempre constante se propuso, se ideó que su interior estuviese relleno de un líquido o gas que fuese renovado continua y cíclicamente cada vez que se hubiese calentado. De esta idea surgió el CICLO DE REFRIGERACIÓN. La superficie a baja temperatura que se introduce en el interior de locales y cámaras se denomina BATERÍA EVAPORADORA y el gas que mantiene su temperatura constante se le denomina GAS REFRIGERANTE. Los gases refrigerantes son productos químicos, sintetizados industrialmente y, según su composición, permiten que la temperatura de conservación o congelación sea mayor o menor. En los ciclos de refrigeración utilizados en climatización e instalados en hogares, oficinas, colegios, hospitales, hostelería… la batería evaporadora se mantiene constantemente a 0 grados centígrados.
Los elementos que conformen los equipos que permitan mantener a 75 grados bajo cero las vacunas serán esencialmente idénticos a los pequeños equipos de aire acondicionado que tenemos en nuestras casas para no pasar frío ni calor.